Es una de las piezas que podemos encontrar en la sala de Edad Media.

Este antifonario esta datado entre la segunda mitad del siglo XV y la primera del siglo XVI.

Se trata de un gran libro litúrgico-musical, con una partitura en cada página en tetragrama. Los propios cantos que aparecían en estas partituras se llamaban antífonas.

A través de este libro, sus partituras y gracias a los cánticos, se podían contar historias y pasajes de la Biblia, siempre dentro de las edificaciones con carácter religioso.

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