Como sujetos colectivos enmarcados en distintas realidades, deambulamos entre las contradicciones propias de nuestra cultura contemporánea, por lo que no es de extrañar que, en ocasiones, confundamos el binomio territorio-propiedad y que de ahí se deriven una serie de problemáticas que afectan al medio ambiente. El trabajo de Carlos Martínez explora la relación hombre-naturaleza en numerosas vertientes teniendo como eje central la capacidad intrínseca de los materiales, los cuales logra dominar para extraer lo más primitivo.

A través de la propuesta escultórica de Carlos Martínez se realiza un recorrido por la forma en la que el individuo se desarrolla en torno a su hábitat y a los conceptos relacionados. Precisamente, es su serie ‘Hábitat’ la que da comienzo a esta exploración de la materialidad en la que destaca color y textura para resaltar la tridimensionalidad, donde la mínima intervención resulta ser la máxima expresividad. Más adelante, con otras series como ‘Naturaleza y Artificio’, la piedra, la pizarra y la porcelana sirven a su estudio sobre el individuo y sus efectos sobre el territorio. Se mostrarán trabajos recientes que aportan una nueva idea de cómo evoluciona este proyecto, teniendo todas las piezas una conexión con lo cerámico. La mayoría de obras son adaptables al espacio, predominando obras en pared y otras de tipo instalativo.

En este trabajo la capacidad artesanal juega un papel importante ya que se entremezcla con la ligereza, casi virtual, del presente, produciendo una reflexión que deriva de ese punto tangible ofrecido. El tacto resulta imprescindible, por ello, Martínez nos lleva a una geometría controlada que deriva en una naturaleza que se escapa por los surcos generados por el propio material. Combinando composiciones, colores, tamaños y texturas, habitamos lo tangible para volvernos más conscientes y para conectar con nuestro yo más inmediato, un yo al que se interpela y se cuestiona.