La exposición Modernidad y valentía. La colección más íntima de Lorenzo Aguirre presenta el legado artístico personal, de esta polifacética figura, incorporado recientemente, mediante donación de la familia Grande-Aguirre, al fondo del Museo de Bellas Artes de Alicante.

En una sucesión de cuatro espacios temporales se estructura este amplio conjunto artístico, constituido por más de cien obras, entre dibujos y pinturas, datadas de 1904 a 1942, año de su trágico final. Una espléndida colección, de gran valor testimonial, con la que se profundiza en varias etapas vitales del protagonista.

Este cronológico y fascinante recorrido se emprende con el Aguirre ilustrador. Su moralizante viñeta satírica y su creativa caricatura humorística y personal sorprende en la prensa ilustrada del Madrid de esta época; una vertiente gráfica que amplía al cartel publicitario y que compagina con su producción pictórica.

Entre las temáticas artísticas que explora, sobresale en el itinerario el retrato intimista, enfocado a su entorno familiar, y el paisaje levantino, de su inspiradora y adoptiva comarca alicantina, centrado en la aldea marinera de Moraira, su paraíso de retiro estival; una experimentada mirada de paisajista que se acentúa durante su breve exilio francés, tras la contienda del 36. En una serie, de pequeño y mediano formato, perpetúa la belleza de la región normanda de acogida y la esperanza de huida a través del puerto de Le Havre.

En el último tramo, se recupera la serie pictórica que dedica a la excepcional humanidad de la Madre María Ràfols, en gratitud a las religiosas que le atienden en el primer penal, cedidas en préstamo por la congregación poseedora. Y, donadas por la familia de Lorenzo Aguirre, se descubren, por primera vez, las tres fábulas ilustradas con las que se despide de sus hijas ante su destino final. Lorenzo Aguirre pierde la vida en Madrid, ajusticiado en la cárcel de Porlier.